Después de una accidentada temporada en Lituania, donde pudo disputar apenas diez partidos por las lesiones y el covid-19, Patricio Garino se sumará al Nanterre 92 en la máxima categoría del básquet francés. Será su primera experiencia en este país. Este viernes en 3×3 Radio hablamos con el alero de la Selección Argentina para hacer un balance de los Juegos Olímpicos y hablar de esta nueva oportunidad en el básquet europeo.

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«Tranquilo, la verdad que las sensaciones fueron las mismas que durante el torneo, estuvo claro lo que pasó, los factores, no son excusas, lo dejamos atrás bastante rápido porque nadie estuvo conforme con lo que hicimos. Ahora tenemos unos días para descansar, pensar en lo que viene, y ya pensar en la Americup también

No fue fácil llegar a los juegos sin equipo, era un riesgo, durante el torneo no tenía expectativas con eso, estaba concentrado en jugar. Después de eso no hubo un abanico extenso de posibilidades, es lo que hay, es un paso atrás para volver de la mejor manera. El Nanterre mostró mucho interés, confían en que pueda aportar mi experiencia y es un lugar donde puedo sumar minutos. La ciudad ayuda mucho, vamos a aprovechar, vamos a limitar la dieta con la gastronomía francesa. Estoy pensando un poco en mi mismo, es un equipo que no va a jugar competencia internacional, lo que me da mucha posibilidad de entrenar, de tener gimnasio, es algo que necesito, tener continuidad. Es el paso que tenía que dar. El club me ofrece mucho, la semana que viene tengo que hacer las pruebas médicas, y después espero ya sumarme al equipo.

Es mucha experiencia, no sé si es que soy tan inteligente, es algo que se aprende, es algo que vamos aprendiendo en los juegos con la selección. Generalmente se juegan partidos seguidos y uno necesita tener la capacidad de pasar de página bastante rápido, eso pasa con los torneos grandes, no podés festejar demasiado cuando ganás, ni reventarte la cabeza cuando perdés. China fue una excusa, es algo grande que nos costó asimilar y dejarlo atrás. Cuando los resultados no nos gustan hay que dejarlo atrás porque sino es darse la cabeza contra la pared, no nos gustó nada. No fui el único que hizo esto. Con los años uno va aprendiendo. Los chicos en la NBA lo tienen más rápido, porque de un día al otro tenés que olvidarte. Lo tenés que aplicar a las leyes de la vida. Esto sigue. También tenemos que ver la perspectiva de todo.

Desde que me tuve que operar en Lituania sabía que tenía que dar un paso hacia atrás, y me costaba entenderlo. Esto es lo que tengo que hacer, tengo que estar acá y lo asumo, lo cual me pone contento, es un desafío, lo veo como una aventura. Mi legado será ponerle huevos a las situaciones de la vida y siempre salir adelante.

En la liga de Francia no hay tanto juego estacionado, es algo que creo que me va a servir mucho. Con el entrenador no pude hablar demasiado, porque su inglés y español es inexistente. Esperan que pueda ser el tres titular del equipo, que pueda sumar algunos minutos de cuatro. Esperan que pueda aportar la parte pensante, y es algo que me gusta mucho. El entrenador es el asistente de la selección de Francia, así que me ha visto jugar, sabe lo que puedo dar.

Esto pasa por poner en perspectiva todo. El básquet me ha llevado por lugares increíbles. Sueño con decirle a mi familia todo esto en un futuro.

Algo tiene Vitoria, por suerte mis viejos pudieron venir, con un laburo fijo, para ellos fue un cambio impresionante, no los veía bien en Argentina. Veo rejuvenecido a mi papá, Vitoria tiene eso, que no es una ciudad grande, pero sin ser un pueblo. Para relajarte es un lugar excepcional.

Hay muchas partes sin resolver, pero la base del equipo va a estar, la esencia es la misma y es algo que nos da mucha confianza. No es por decir nada de Luis, que hay que hacerle un monumento, pero hoy podemos hacer un antes y un después, tenemos la chance de tomar las riendas, siempre dependimos de él por el liderazgo, muchos podíamos dar un paso adelante y no lo hicimos por su presencia, es algo que tenemos que cambiar y asumir, y es algo que necesitamos. Estamos en momentos particulares de nuestra carrera, tenemos el poder y la decisión, estamos muy ilusionados. Esto no marca que no somos unos perros que perdemos por 20, como China no nos convirtió en Manu Ginóbili a todos. Es algo que nos motiva, tener esa posibilidad que esta base sea el futuro.

La despedida de Luis fue muy fuerte, ni siquiera fue igual con Chapu y Manu. Tener tan poca gente en el estadio lo hizo más emotivo que si hubiera habido un estadio lleno. Estábamos todos llorando, desde los árbitros hasta la mesa de control estaba de pie aplaudiendo a Luis. El vestuario también fue muy emotivo, nos tocó mucho y los que compartimos tanto con él estábamos muy emocionados. El siempre fue nuestro caballito, que nos llevaba para adelante y realmente se lo va a extrañar. Todos hemos chocado con él, por distintas opiniones, siempre nos dimos cuenta que todo lo que nos dijo era cierto y termina por cumplirse. Nuestros cuidados, nuestro crecimiento depende de él y estamos agradecidos.

En ese momento dimensionamos todo el legado de Luis. Nos dimos cuenta de todo, nadie es perfecto, hay cosas que no te gustan, y está bien, por más que sea Luis, nos viene cagando a pedos desde que tenemos quince años. Nosotros respetamos mucho a los veteranos y hoy te das cuenta de la sabiduría que tienen todas estas personas, tienen una capacidad que los pone en un lugar superior, y no es suerte, es trabajo y sacrificio.

Me quedé con muchas ganas de revancha, más yo que no pude jugar, lógicamente queremos demostrar que esta no es la realidad del equipo, se dio así por muchas causas, pero es el momento de demostrar lo que somos.

Todavía no he hablado del tema con el equipo, espero pasar los estudios médicos y ahí si lo hablaremos. Lo que significa la Selección para mi es todo, si estoy en un club que me permite viajar a jugar ventanas o cualquier torneo con la celeste y blanca, no lo voy a dudar un minuto.»