Uno de los apartados estadísticos que mejor reflejan el nivel de un jugador dentro del campo de juego es la eficiencia. A partir de ahí, se puede saber qué tan bueno fue su rendimiento debido a que las cifras positivas (puntos, rebotes, asistencias, robos, etc.) se suman, mientras que las negativas (pérdidas, faltas, tiros errados y demás) se restan, para dar el valor definitivo.

De esta manera, en el cierre de la primera semana del Súper 20 el promedio nos permite conocer cuáles fueron los mejores luego de los primeros cinco juegos de cada equipo. Y por el nivel mostrado, tanto individual como colectivamente, la mayoría de los nombres son los que más sonaron en los últimos días, ya que fueron vitales para conseguir triunfos para sus equipos.

En lo más alto de la lista está Latraius Mosley, con 23,6 de valoración promedio. El extranjero de Atenas es uno de los foráneos más destacados desde que llegó a la Liga Nacional y en esta semana dejó en claro que, si mantiene este nivel, puede ser un fuerte candidato a quedarse con el MVP. Con un gran triple sobre la hora ante Regatas, le dio una de las tres victorias a los suyos en cinco presentaciones.

Sin embargo, fue más allá que solo ese tiro, ya que lidera en el «Griego» en puntos (segundo máximo anotador de la liga), rebotes, robos, porcentaje de dobles y libres convertidos (al menos dos lanzados de cada uno por juego). Evidentemente, el rendimiento de Mosley está muy por encima de la media y, además de las buena individualidades del elenco cordobés, Saborido puede descansar en que también tiene a un trabajador silencioso que puede convertirse sin problemas en la figura actual de la Liga Nacional.

Detrás de él aparece inmediatamente Agustín Barreiro, con una media de 23,2 de valoración por jornada. El hombre de Gimnasia ha demostrado de sobre manera por qué estuvo jugando en España hasta la última temporada y evidentemente es un jugador con la capacidad para volver en el corto o mediano plazo.

Su equipo tuvo uno de los arranques más prometedores y, junto con Boca entre los equipos de la conferencia Sur, es un gran candidato a quedarse con el Súper 20. El «Pipi» es otro de los hombres que cumplen varias funciones dentro del elenco de Villagrán, aunque su impacto no radica simplemente en el impacto rápido en el juego (es el tercero de su equipo en puntos), sino que le da mucha importancia también a la generación de segundas oportunidades (líder de los suyos en rebotes ofensivos por amplia diferencia) y el trabajo duro en el otro costado de la cancha (un robo por partido, al igual que Vázquez y apenas dos décimas debajo de Vega). El joven de Cañuelas tiene mucha responsabilidad en el gran momento de los de Comodoro y la seguirá teniendo si quieren pelear arriba todo el año.

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El podio lo cierra Eric Anderson Jr. con 22,6 de promedio. El jugador de Quimsa, equipo que quizás no rindió a la altura de lo que un conjunto con esa jerarquía lo puede hacer, se basó mucho en lo que él y Luciano González podían hacer, aunque finalmente fue el pívot quien se terminó destacando, sobre todo en los triunfos.

A lo largo de los primeros juegos, Anderson fue uno de los mejores a la hora de tirar al aro de media y corta distancia, con un gran 72,9% (sexto mejor de la liga), y con 9 por encuentro (basando mucho en su poderío ofensivo con 3) casi duplica los rebotes totales a sus inmediatos perseguidores en «la fusión»: Delroy James y Franco Baralle, con cinco cada uno. Además, en el otro costado también es grande su impacto, siendo un gran defensor que aprovecha su habilidad de anticipación para robar balones (1,6, detrás del «Chuzito» con 1,8) y tapar tiros (una, detrás de las 2,5 de James).

Gracias al poderío colectivo de Quimsa, una mala tarde/noche de Anderson puede no incidir tanto como lo haría en otros equipos, pero a su vez los santiagueños muy probablemente no habrían ganado tres de los cinco, y quizás el juego con Comunicaciones hubiera decantado para los correntinos si no fuera por su aparición en los últimos minutos.

El cuarto puesto de esta lista es para Nicolás Romano, con 21,8 de valoración. Es la referencia en ambos costados para Instituto, uno de los dos equipos que aún no saben lo que es perder en este Súper 20 (el otro es Boca), y también sabe llevar a la perfección el rol de ser uno de los referentes en un plantel que debe balancear la jerarquía de sus individualidades más fuertes con la juventud de buenos prospectos que desde la segunda unidad se quieren hacer un hueco entre los titulares.

A lo largo de los primeros cinco partidos, el ex Regatas y Quimsa, entre otros, es el anotador de su equipo con 15,4, aunque esta es un apartado bien repartido entre sus jugadores para ser la mejor ofensiva de la liga, con 89,4 por juego. Además, el forward lleva un 73,7% en tiros de dos puntos (la máxima para los de la «gloria» que intentan al menos dos por noche), así como en libres (metió todos los que tiró lanzando 3,2 por encuentro, junto con Gallizi y Whelan los que más van a la línea) y rebotes (8,8, muy por encima de los 4,6 de Tayavek). Sin dudas el juego colectivo de Instituto está muy consolidado en la idea de Barsanti, pero también los hinchas del elenco cordobés deben agradecer al excelente armado de un plantel que, más allá de haber sido el único local en la primera etapa de la Norte, supo imponerse al resto en una conferencia en la que otros cinco equipos terminaron con récord positivo.

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El quinto se trata de Michael Buchanan, quizás la revelación en esta primera parte del torneo con 21,4 de valoración por juego. Su equipo mantuvo el invicto hasta el último juego (cayó con Instituto en el quinto partido) y Buchanan aportó desde el principio con excelentes rendimientos para armar una base a la que posteriormente el resto del plantel se acopló.

Por el lado de Buchanan, su aporte se encuentra más repartido en los diferentes apartados del equipo, ya que solo lidera en rebotes (6,2 por juego), pero no pierde pisada en los demás completando el podio o el top 5 (como en puntos y promedios de tiro). Sin embargo, lo que lo hace tan especial es que su impacto está concentrado en poco tiempo de juego: casi 22 minutos por partido. Esto es clave ya que está muy por debajo de lo que habitualmente juegan los que integran el top 10 de eficiencia, siendo Anderson Jr. el que le sigue con 24 y Romano con 26. El resto habitúan entre 27 (Grun y Hernández) hasta los 32 de Eric Flor. Su presente es muy bueno y Leo Gutiérrez sabe que tiene una carta fuerte para dominar a su gusto en el juego interno en una liga plagada de excelentes pívots.

El top 10 de esta lista la cierran Leonel Schattman en el sexto puesto, con 21 unidades de valoración por juego, séptimo Federico Grun, quien promedió 20,8, octavo se encuentra Eric Flor, el máximo anotador de la liga que llegó a la misma cifra que el hombre de Olímpico, noveno está Kevin Hernández, con 19,8 en su haber, y en la décima colocación está Yoanki Mencia, con 19,4.

Eric Flor | 20.8 de eficiencia

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Federico Grun | 20.8 de eficiencia

Kevin Hernández | 19,8 de eficiencia

Yoanki Mencía | 19,4 de eficiencia