Bobby Knight, uno de los entrenadores más importantes de la historia del básquet universitario falleció este miércoles a los 83 años. También tuvo un paso por la Selección de los Estados Unidos, y su carrera estuvo plagada de logros como de polémicas y problemas de conducta. Entre logros y malos comportamientos, vivió una carrera con muchísimos títulos.

«Con gran pesar compartimos que el entrenador Bob Knight falleció en su casa en Bloomington rodeado de su familia», expresó su familia en un comunicado«Estamos agradecidos por todos los pensamientos y oraciones, y apreciamos el continuo respeto a nuestra privacidad cuando el entrenador solicitó una reunión familiar privada, que estamos honrando. Continuaremos celebrando su vida y recordándolo, hoy y siempre como un amado esposo. Padre, Entrenador y Amigo.»

Entre algunos de sus logros a lo largo de su extensa carrera, fue el entrenador más joven en una escuela de la División I de la NCAA. Fue en 1965, cuando tomó las riendas de un equipo a los 24 años. Fue campeón con Indiana en una temporada en la que la institución terminó con un récord invicto, algo que no volvió a ocurrir en la extensa vida del torneo universitario. Llegó a la parte más importante del campeonato en 24 de las 29 temporadas que dirigió.

En 1984, se hizo cargo del equipo olímpico de Estados Unidos y consiguió una medalla de oro en Los Juegos de Los Ángeles: Este fue el último equipo amateur estadounidense en lograr esto. Posteriormente ya contaría con los equipos conformados por los integrantes de la NBA. En su carrera como entrenador logró 902 triunfos y 371 derrotas. Un número dificil de igualar.

Su carrera se vio opacada por momentos de conducta indebida. En más de una oportunidad hubo denuncias sobre su comportamiento con los alumnos, que incluía maltratos y agresiones físicas. En alguna oportunidad llegó a lanzar una silla en medio de un partido. Era brillante, pero también una presa de su caracter. A pesar de estas situaciones (la lista es mucho más extensa), siempre fue reconocido como un ganador nato. Fue uno de los entrenadores que inyectaba disciplina en sus alumnos y, por sobre todas las cosas, un distinto. De esos que solo aparecen una vez, y que; cuando se van, toca despedirlos reconociendo la grandeza que tuvieron a lo largo de su carrera.

Foto: Getty