Se hace difícil entender que en un calendario existan equipos que tengan que viajar a giras duras y complicadas en lo deportivo, pero que además deban combinar esa exigencia con un esfuerzo físico no acorde con una competencia de alto nivel.

Esta es la realidad que le ha tocado a varios equipos de Liga Argentina esta temporada. En estos 15 días hemos visto de cerca dos grandes realidades; la de La Unión, que jugó el martes pasado en Lanús en un partido complicado hasta el final, y en menos de 24 horas (sí, así como se lee, en menos de 24 horas) disputó otro reñido encuentro ante Gimnasia y Esgrima La Plata.

El primer choque arrancó a las 21 horas, el segundo entretanto se inició a las 20. El del martes culminó cerca de las 22:30 horas, es decir, sólo 21 horas para recuperarse y prepararse para salir de nuevo a la cancha.

En esta semana, a CAO Ceres le tocará una situación similar. Jugará el lunes ante Echagüe de Paraná, encuentro programado para las 22 horas, disputando el siguiente a las 20 ante Colon en Santa Fe.

Considerando que el promedio de un partido es de 1 hora y media, los protagonistas tendrán menos de 21 horas para descansar. Otro ejemplo es el caso de Deportivo Viedma, a quien le tocó jugar en el lapso de 6 dias tres encuentros, todos en la carretera.

Es decir, poco descanso y desplazamientos importantes. Situaciones similares vivieron Rivadavia y Zárate, por citar algunos de los ejemplos que hemos visto.

Además, se debe agregar al análisis el tema de las soberbias temperaturas que se están viviendo, en donde en una cancha la temperatura puede alcanzar los 35 grados, lo que evidentemente genera un desgaste mucho mayor.

Este tipo de situaciones impactan de lleno en la energía de los atletas, traduciéndose en fatiga física y mental. Esto implica que muchas veces un entrenador debe combinar descanso y distribución de minutos en sus jugadores, por lo cual es imposible ver el mismo rendimiento en noches consecutivas de su equipo. Lo llamativo es que muchas veces disputan partidos en jornadas consecutivas, pero también pueden llegar a tener más de 10 días sin competir.

Un entrenador en estos días nos comentó cuando le consultamos sobre estas situaciones: «Lo que no hay son soluciones a estos temas, se larga a diagramar un calendario gente que no está preparada para ello. Así sale; antes lo hacía un matemático, pero es obvio que esta temporada no.»

Artículo: Roberto S. Dorta | Balón Al Aire