Jerome Meyinsse ya no requiere mucha presentación. Es ultra conocido en el ambiente del básquet nacional porque jugó en Sportivo 9 de Julio, Estudiantes de Bahía Blanca, Sionista de Paraná, Regatas Corrientes, San Lorenzo y Atenas de Córdoba.

Tras una gran campaña en México con Aguacateros de Michoacán, regresó a la Argentina para incorporarse nuevamente al “Ciclón”. Lleva más de un mes en nuestro país pero, hasta el momento, no pudo ponerse la camiseta azulgrana número 55 en lo que es su tercer ciclo en el club de Boedo.

Había viajado a Santiago del Estero para disputar el partido de ida de la Súper Copa de La Liga contra Quimsa (por reglamento ya no puede entrar en la lista de buena fe para la Basketball Champions League de Américas). Sin embargo, el 13 de marzo, FIBA suspendió todas las actividades, a lo que la Asociación de Clubes luego se acopló por la crisis sanitaria del mundo, y tuvo que volver a Buenos Aires con las manos vacías y una incertidumbre aún mayor.

He pasado más de mi vida adulta en Argentina que en cualquier otro sitio (casi siete años). Soy más latinoamericano que norteamericano. Me siento muy cómodo acá y decidí que fue mejor quedarme acá que ir para allá”, reconoció de entrada en esta entrevista con UCU WEB.

Ahora dice estar más tranquilo tras haber pasado de un hotel a un departamento y, a pesar del coronavirus, está aprovechando el período para su cuerpo. “Recuperación más que nada. Después de diez años de carrera tengo muchos dolores pequeños que nunca ha tenido tiempo recuperar. Ahora es mejor que nunca recuperarme”.

Dentro de esta situación, se encuentra en pleno contacto con su nuevo/viejo equipo. “Por lo menos, una vez por semana, hablo con alguien del cuerpo técnico y la dirigencia para ver si está todo bien y que tenga todo lo que necesito. Y con mis compañeros hablo más frecuentemente. Soy yo quien tiene que traducir las últimas noticias para los otros americanos, jaja”.

En medio de esta realidad compleja, no pierde oportunidad y deja un mensaje para la humanidad: “Primero quiero ofrecer mis condolencias a todas las familias que han perdido algún familiar o amigo a través del mundo. Por eso estamos en cuarentena. Para intentar salvar las máximas vidas posibles del coronavirus. Es difícil porque estamos lejos de nuestros afectos por mucho tiempo pero, por ahora, es el mejor camino que tenemos”.

En un contexto de cese de casi todas las disciplinas por esta pandemia, el pivot estadounidense se mantiene positivo: “Soy optimista en cuanto al futuro de la competencia. Ya estamos acostumbrados a jugar casi todo el año entonces cuando levantan la cuarentena y nos den el alto, vamos a seguir jugando como nada hubiera pasado”.

El oriundo de Louisiana tampoco le esquiva a un interrogante que se hacen todos hoy por hoy. “Me preocupa sí el tema económico pero es algo que todo el mundo va a tener que enfrentar. Vamos a encontrar una manera de seguir con la vida y volver a la normalidad”. Así de frontal es él, todo un personaje que retornó con una misión bien clara: ganar un nuevo título en la Argentina.

Nota: Santiago Ortega
Foto: click up