En el último programa de Latinoamérica, hablaron con Esteban Batista, el jugador uruguayo que defendió los colores de San Lorenzo en la última temporada de la Liga Nacional. Previo a eso, había llegado a Instituto para reemplazar a Cristian Amiccuci. Alcanzó una final, ganó el Súper 20, y llegó a las semis de la Basketball Champions League antes de que la misma fuera suspendida. Con el Ciclón disputó 20 partidos de Liga, donde promedió 8.3 puntos, 6.5 rebotes y 0.9 asistencias.

Esteban contó cómo vive esta nueva etapa de su vida, donde fue padre por primera vez junto a su esposa. También revivió su paso por la NBA, analizó el final de la mejor competencia del mundo en la burbuja de Orlando y cerró sus puertas para regresar a San Lorenzo.

Reviví la charla completa:


«Dentro de todo lo malo que pasó y lo que todos sabemos, mi situación personal me benefició, pude estar con mi esposa, estar en el nacimiento de mi hija. Estando en competencia es mucho más difícil. Fue un efecto colateral dentro de esta pandemia.

La voy manejando bien, tengo más tiempo, el hecho de no estar en competencia era beneficioso para los quehaceres del día. No había horarios, se podía estar más distendido, que en una situación normal se me complicaría mucho. Faltan dos meses y pico para que arranque la competencia acá, estamos bien, haciendo de todo un poco.

Todavía no se definió la fecha, pero creo que entre hoy y mañana se definía que el 10 arrancaba el metro y a continuación se jugaban los playoffs de la liga. Acá hubo rebrotes, llegamos a tener solo 12 casos, me parece que en esos números se puede seguir intentando volver a la normalidad. Está todo arreglado y nos reencontraremos con Matías Sandes después de 10 años, es muy lindo volver a compartir equipo, que era lo único que nos faltaba. En Argentina vivíamos a una cuadra y media. Son una familia adoptiva que tengo. Da la casualidad que el equipo estaba en busca de un 4, cuando me consultaron di la referencia, a pesar que es un gran amigo mio, trato de ser objetivo. Me parece un jugadorazo, muy completo, muy inteligente, me parecía muy bueno que pueda estar.

Estamos con ganas de jugar, de que se vuelva a sentir lo que tanto queremos. Es una etapa linda, son playoffs, que es el mejor momento de la temporada. Por esta situación rara la vamos a vivir acá. La situación en los países vecinos es muy distinta a la realidad que tenemos acá, por eso opté por quedarme.

No hay mucha exactitud en nada. Hay mucha incertidumbre, nadie sabe lo que va a pasar. Es complejo. En el único lugar que lo veo real es en Uruguay, para mi las posibilidades están acá. El deseo que tengo es quedarme acá y ante esta complejidad es lo mejor.

Me quedó bastante sabor amargo por toda la situación y por la forma que terminó la temporada, conseguimos el objetivo del super 20, pero la aspiración era definir el título de la Liga Argentina. Hasta que se cortó la competencia venía cumpliendo las expectativas con respecto a San Lorenzo. Yo creo que por lo que dije antes, por mi realidad, por la competencia y por todo, creo que hoy no está en la misma sintonía.

Me tocó disfrutar la NBA, fue una experiencia muy buena, me hubiera gustado haber elegido ir en un momento más maduro. La NBA es el sueño de todos los jugadores, es algo que me tocó vivir, fui muy afortunado. Pude vivirlo de primera mano y me quedo con eso. Somos un país con población basquetbolistica limitada, nos cuesta sacar jugadores, hay un par de proyectos jóvenes, decir que si o no, es muy aventurado, ojalá que otros lleguen. Es un mundo muy difícil para entrar, ojalá que se pueda volver a dar.

Llama un poco la atención lo que han invertido, solo la NBA lo puede hacer, es una cosa de locos que se gasten millones en infraestructura para terminar de jugar en una burbuja. Si no jugaban se perdía mucho más. La NBA es un negocio que mueve mucho, y no me sorprende que sean capaces de lo que han logrado.

Uruguay es un país chico, donde nos conocemos todos, donde todo es mucho mas simple. A veces eso puede influenciar que en otro lado te tengan un poco más de respeto, pero la verdad me siento respetado. Las veces que he estado fuera y he sentido lo mismo