La Selección Argentina terminó su participación en Los Juegos Olímpicos de Tokio tras perder con Australia en cuartos de final, culminando en el séptimo lugar del torneo. Hoy en 3×3 Radio hablamos con Facundo Campazzo desde la Villa Olímpica para analizar el rendimiento del conjunto nacional y el futuro del equipo albiceleste, tras la despedida de Luis Scola y, posiblemente, la de Sergio Hernández.

«Mañana al mediodía salimos para el aeropuerto y a partir del domingo estaremos en argentina, estoy con muchas ganas, hace mucho que no voy, quiero ver a la familia, a los amigos, estar en casa. Estoy con ganas de eso.

Es un balance raro, siempre intento ser positivo y sacar lo bueno del torneo. Si bien no hubo tanto positivo, tratamos de ver lo que hicimos mal, como no encontramos nuestro juego, nuestra dinámica, lo que veníamos construyendo los últimos años para poder hacerlo en el próximo torneo, creo que eso nos sirvió mucho, por momentos nos sentimos cómodos, pero principalmente no, y entonces queremos ser exigentes con nuestro juego. Cualquier generación tuvo un mal torneo, somos un equipo que puede sufrir eso, y ahora nuestra energía tiene que ir en pensar en el próximo objetivo, en el compromiso de cada uno y entrenar.

Fue un año atípico, a Tortu le dio covid cinco días antes de la concentración, eso te desgasta, otros terminaron antes la temporada. Yo había jugado muchos partidos, aun así considero que individualmente mejoramos, tenemos mas experiencia, mas confianza y nos faltó ensamblar esas individualidades a nivel colectivo. Por momento sufrimos, nos cuesta mucho afrontar un partido cuando estamos abajo, pecamos de ansiosos, somos un equipo que no tiene mucha experiencia y tenemos que aprender a llevar esos juegos. Mejoramos mucho, pero nos faltó acoplarlos en el nivel colectivo.

No pienso mucho en ser el líder, se va a extrañar a un jugador como Luis, nos daba muchísimo tanto dentro como fuera de la cancha. Nos lideraba todo el tiempo, no hace falta que yo lo diga, se conoce. Creo que en los próximos torneos que no va a estar más, los jugadores con mas experiencia tenemos que liderar desde ahí, los roles se dan solos, uno no los busca, se encuentra. Hay que sacarle provecho a nuestra experiencia y liderar desde ahí, necesitamos de cada uno para mantener lo que se estaba construyendo en los últimos años.

Contra España jugamos mejor, a Eslovenia no lo contemos. Con Australia hicimos un buen primer tiempo, sólido. Nos faltó constancia, y los rivales son un factor que juega a la hora de afrontar un torneo. Nos conocen más, saben nuestras virtudes y los defectos. Nosotros ponemos la energía en la preparación, el torneo es el resultado de cómo nos preparamos. Con respecto a China tuvimos 13 partidos, veníamos de los Panamericanos, dos meses de concentración, teníamos mucho ritmo de juego. Acá jugamos tres amistosas y nos costó entrar en ritmo de juego. Nos confiamos, y ahí fue un error, que cuando arranque el torneo íbamos a activar el chip competitivo y ahí es parte donde nos equivocamos, con eso no te alcanza, tenés que jugar bien al básquet y competir de la mejor manera. Ese error puntual lo pagamos caro.

El momento del torneo no nos damos cuenta, intentamos resolver situaciones del partido con intensidad y actitud, y nos faltó el buen juego. Al faltar eso uno busca ir a todo, a que un triple valga ocho puntos, y no nos dábamos cuenta en el momento, ahora con el diario del lunes uno lo ve. Creo que es algo para mejorar en los próximos procesos.

Años anteriores lo veía normal nacionalizar jugadores, no me molestaba. En estos últimos años en lo personal veo la idea de jugar con los que tenemos, con la Selección Argentina. Somos esto, con nuestras virtudes y defectos, vamos a luchar y a prepararnos de esa manera. Mi cabeza va por ese lado. No sé por qué cambié de idea, antes lo veía normal y ahora con más experiencia cambié de opinión. Tampoco digo que está mal, solo prefiero ir a perder, ganar o pelear cada torneo con lo que somos acá, sin nacionalizar.

No hablamos con Sergio sobre su futuro, pasaron muchas cosas con Luis, y no tuvimos reunión de equipo. Espero que siga, es uno de los mejores entrenadores que tuvo la Selección Argentina en su historia, lo tenemos nosotros, y en este grupo es un arma fundamental, es un líder, ojalá que lo podamos mantener y seguir construyendo este ADN. Este es uno de los principales factores por los que estamos acá.

Luis no había dicho nada, dejó que todo fluya, si bien el partido fue duro por como nos fuimos del partido. En un momento se veía venir, lo veías en la cara de Luis. Cuando lo sacaron y se frenó todo el partido ahí te cae la ficha, y todo pasó a un segundo plano. Fueron muchas emociones fuertes, estábamos todos llorando, lo disfrutamos mucho, porque la verdad fue super emocionante lo que él significa para el grupo y para el básquet. Lo teníamos nosotros y lo disfrutamos mucho.

Nos desconectamos, dejamos de hacerle caso a la táctica, cuando ves que las cosas no funcionaban, o no nos dábamos cuenta, nos estaban lastimando y veíamos que se nos iba el partido y fue difícil volver. En lugar de construir de a poco se vio a una selección perdida y nos costó caro. Considero que la diferencia final es mentirosa. Ellos son un gran equipo igual, pero de haber estado mas enfocados, y con la identidad que se necesita, quizás perdíamos igual, pero no por esa diferencia.

No sabía que me podían llegar a consultar sobre el entrenador. Yo la verdad, si me preguntan, ojalá siga Sergio, que esté siempre Sergio. Al grupo lo ayuda mucho, nos conoce a la perfección, sabe nuestras virtudes y defectos, y es una pieza fundamental a por qué estamos acá, en una final mundial, en un juego Olímpico o en un Panamericano. A mi me gustaría que esté siempre Sergio.

Seguir preparándonos como lo hicimos siempre, que nos tocó estar con la generación anterior, nos preparábamos muy bien, y tenemos que mantener eso, con gente que quiera trabajar, que esté dispuesta a romperse el lomo, iría por ese mismo camino, seguir subiendo escalones trabajando y entrenando duro, compitiendo con rivales de primer nivel y confiar en eso. A la hora de jugar, un torneo se refleja en cómo te preparaste.

Creo que tuve más experiencia, los últimos meses estuve en Denver y el rol es distinto y me costó un poco el cambio del Chip y se me veía frustrado porque no encontraba a mis compañeros para jugar, bajar algunas revoluciones, me sentía con mucha confianza, pero me costaba hacer jugar. Considero que tengo más experiencia y esta temporada en Denver me ayudó mucho, es un aprendizaje, es un básquet diferente e intentaré estar en mejor nivel para el próximo torneo.

El nivel a comparación de China es mejor, hay mayores individualidades y mejores rodajes, algunos equipos vienen del preolímpico. Está el caso de Eslovenia, que venía con un ritmo de juego increíble, con confianza tremenda, con cada uno de los jugadores elevando su nivel de juego. Obviamente también por lo que genera Luka. En líneas generales vi un mayor nivel al mundial. Creo que viendo de esa manera, nosotros pusimos el listón muy alto en China; como antes decíamos que no teníamos que compararnos con la Generación Dorada, ahora no tenemos que compararnos con China, porque somos diferentes y jugamos diferente. Volvamos a trabajar esa identidad, cada equipo tiene su estrella y nosotros no, y tenemos que trabajar duro para seguir compitiendo a ese nivel.

La preparación estuvo bien, jugamos tres amistosos, se bajaron dos, porque recomendaban no jugar antes de entrar a la villa. Teníamos todo al alcance de la mano, en Estados Unidos todo es un poco más accesible. Nos preparamos bien, pero no encontramos el buen juego durante el torneo. Nos trataron muy bien.

En lo general, acá entre nosotros no le dimos mucha importancia a las redes sociales. Sentíamos el apoyo de la gente, y siempre están los que no nos apoyan. Tratamos de no gastar energía en eso, en no darle importancia, el exceso de lo bueno o lo malo puede ser perjudicial para todos, así que estuvimos aislados de eso, de estar juntos con el equipo. Siempre se leen cosas, pero no nos influye en nuestra cabeza, es parte del juego, son las reglas, puede pasar. Seguimos trabajando nosotros todos juntos, y eso es lo importante»