A fines de julio volvería la WNBA, una noticia que debería de entusiasmar a la rama femenina del básquet, pero la realidad de las últimas 48 horas en los Estados Unidos no es para nada esperanzadora, por el contrario presenta varias complicaciones.

En primer punto, la organización había pautado que todos los equipos debían estar a comienzo de mes en la «burbuja» para comenzar un campus previo y a finales del mes comenzar la competencia. Pero, a diferencia de la NBA, la WNBA aún no presentó un calendario, los equipos no saben cuando van a jugar. A esto debemos sumarle que Florida es uno de los estados más afectados por la pandemia del Coronavirus.

En segundo punto, la institución que sería la casa del torneo por los próximos meses, la Academia IMG en Bradenton, no parecería estar en condiciones para albergar a los equipos. Según denunciaron algunas de las jugadoras a través de las redes sociales los espacios no están correctamente acondicionados, ni siquiera limpios, y la comida no es saludable.

Luego de ver estas imágenes Damian Lillard, el jugador de la NBA público «Smfh I hope this fake» («espero que este falso») a lo que varias destacadas del ambiente respondieron confirmando que es verdad:

A’ja Wilson «Like ppl funny but this fr our laundry room» («Como ppl gracioso pero este es nuestro cuarto de lavado «)

Angel Gray «I was hoping the same thing…. however, this is real.» («Esperaba lo mismo … sin embargo, esto es real.»)

Nneka Ogwumike «It could be, but your Prez keeps me on “read”…» («Podría ser, pero su Prez me mantiene en «leer» …»)

El arribo a la Universidad se hizo el mismo lunes en el que se publicaron estas imágenes, el martes la WNBA informó: «Hemos estado trabajando estrechamente con IMG y la Asociación de Jugadoras para abordar los problemas que las profesionales han expresado sobre una de las áreas de viviendas en el campus».

Por último, a comienzo de la semana se conoció una gran noticia que continúa con las acciones de «Justicia Social» por parte de la Liga: las jugadoras conformarán un Consejo y utilizarán en la previa de los partidos remeras con las frases «Black Lives Matter» y «Say Her Name», además de hacer referencia a los nombres de algunas víctimas.

Pero no todo es positivo. Kelly Loeffler, copropietaria de las Atlanta Dream, ha criticado las medidas de protesta contra el racismo que se planean realizar en la WNBA en una carta a la comisionada Cathy Engelbert. Es por esto que algunas jugadoras ya le han pedido a los organizadores de la liga que aparten a Kelly de la competición.

Sin calendario, en uno de los estados más afectados por COVID 19, en instalaciones sin condiciones y con una representante en contra de la lucha del «Black Lives Matter», esta es la realidad de las jugadoras en Estados Unidos a tres semanas de lo que sería el comienzo de la temporada 2020 de la WNBA. La gran pregunta es ¿hay torneo este año?